DIOS ME REGALO UN DIA

Dios me regalo un dia ayer. Pude salir, aunque sola, a hacer lo que me diera la gana. Lo primero, una vuelta a hacerme mis patitas para que se vieran lindas de paseo. Luego almorce con Mama y parti como a las dos en micro por las calles de Santiago llegando al Mercado Central que me encanta. Hacia calor, uf, harto calor pero ver gente llendo y viniendo, kioskos con fruta y todo tipo de cachibaches fue como injectarle color a mi entorno. De ahi me fui tranquilita caminado por las calles del centro, vitrineando y encontrando telas que, en esos barrios, se venden por kilo. Entrete. Agarre lo que seme vino a la mente, sino pensar en lo que voy a hacer aunque si tenia en mente la cinta de terciopelo para hacerme un collar en forma de corazon para el domingo. Me hubiera pasado mas horas urgueteando o me habria arrancado mas al sur donde se ponen las ferias de antiguedades pero no podia dejar mas rato solo a mi Mami. Me subi a un colectivo, esos taxis compartidos que son tan utiles en Chile y me vine recorriendo Santiago por otros caminos hasta llegar a lo que llaman, suiticamente, Barrio Alto. Que chiste. Me dejo el taxi un poco lejos de la casa asi es que obligada a caminar unas cuantas cuadras lo que tambien me hizo bien para la mente. Y aqui les muestro mis tesoritos encontrados. Ahora a poner esas manitos de duende a trabajar.